jueves, 11 de junio de 2015

DIOSA AFRODITA

                                   AFRODITA
Afrodita tiene numerosas equivalentes: Inanna en la mitología sumeria, Astarté en la fenicia, Turan en la etrusca y Venus en la romana. Tiene paralelismos con diosas indoeuropeas de la aurora, tales como Ushás o Aurora. Según Pausanias, los primeros que establecieron su culto fueron los asirios, y tras ellos los pafosianos de Chipre y los fenicios que vivían en Ascalón (Palestina), quienes enseñaron su culto a los habitantes de Citera. Se decía que Afrodita podía hacer que cualquier hombre se enamorase de ella con solo poner sus ojos en él.
El nombre Ἀφροδίτη era relacionado por etimología popular con ἀφρός aphrós, ‘espuma’, interpretándose como ‘surgida de la espuma’ y personificándola en un mito etiológico que ya era conocido para Hesíodo. Tiene reflejos en el mesapio y el etrusco (de ahí «abril»), que probablemente fueron tomados prestados del griego. Aunque Heródoto estaba al tanto de los orígenes fenicios de Afrodita,los intentos lingüísticos por derivar el nombre «Afrodita» del semítico Aštoret, mediante transmisión hitita sin documentar, siguen sin ser concluyentes. Una sugerencia de Hammarström, rechazada por Hjalmar Frisk, relaciona el nombre con πρύτανις, un préstamo griego de un cognado del etrusco (e)pruni, ‘señor’ o similar. Mallory y Adams ofrecen una etimología del indoeuropeo abhor, ‘muy’ + dhei, ‘brillar’.
Si procede del semítico, una etimología plausible sería del barīrĩtu asirio, un demonio femenino hallado en textos babilónicos medios y tardíos. El nombre significa probablemente ‘la que [viene] al anochecer’, una manifestación del planeta Venus como estrella vespertina, un atributo bien conocido de la diosa mesopotámica Inanna/Ishtar.


DIOS APOLO

                                                       APOLO
Apolo (en griego: Ἀπόλλων, transl. Apóllōn, o Ἀπέλλων, transl. Apellōn) fue una de las divinidades principales de la mitología greco-romana, uno de los dioses olímpicos. Era hijo de Zeus y Leto, y hermano mellizo de Artemisa, poseía muchos atributos y funciones, y posiblemente después de Zeus fue el dios más influyente y venerado de todos los de la Antigüedad clásica. Los orígenes de su mito son oscuros, pero en el tiempo de Homero ya era de gran importancia, siendo uno de los más citados en la Ilíada. Era descrito como el dios de la divina distancia, que amenazaba o protegía desde lo alto de los cielos, siendo identificado con el sol y la luz de la verdad. Hacía a los hombres conscientes de sus pecados y era el agente de su purificación; presidía las leyes de la religión y las constituciones de las ciudades, era símbolo de inspiración profética y artística, siendo el patrono del más famoso oráculo de la Antigüedad, el oráculo de Delfos, y líder de las musas. Era temido por los otros dioses y solamente su padre y su madre podían contenerlo. Era el dios de la muerte súbita, de las plagas y enfermedades, pero también el dios de la curación y de la protección contra las fuerzas malignas. Además, era el dios de la belleza, de la perfección, de la armonía, del equilibrio y de la razón, el iniciador de los jóvenes en el mundo de los adultos, estaba conectado a la naturaleza, a las hierbas y a los rebaños, y era protector de los pastores, marineros y arqueros. Aunque tuvo muchos amores, también fue infeliz en ese terreno, pero tuvo varios hijos. Fue representado innumerables veces desde la Antigüedad, generalmente como un hombre joven, desnudo y sin barba, en la plenitud de su vigor, a veces con un manto, un arco y un carcaj de flechas, o una lira, creada para él por Hermes, y con algunos de sus animales simbólicos como la serpiente, el cuervo o el grifo.
Como jefe de las Musas (Apolo Musageta) y director de su coro actuaba como dios patrón de la música y la poesía. Su lira se convirtió en un atributo común de Apolo. Los himnos cantados en su honor recibían el nombre de peanes.
Apolo fue identificado sincréticamente con un gran número de divinidades mayores y menores en sus diferentes lugares de culto, y sobrevivió secretamente a lo largo del florecimiento del cristianismo primitivo, que se apropió de muchos de sus atributos para adornar sus propios personajes sagrados como Cristo y el Arcángel San Miguel. Sin embargo, en la Edad Media Apolo fue identificado por los cristianos muchas veces con el Demonio. Desde la asociación de Apolo con el poder profano por el emperador romano Augusto se originó una poderosa imaginería simbólica de sustentación ideológica del imperialismo de las monarquías y de la gloria personal de los reyes y príncipes. Su mito se ha empleado durante siglos por filósofos, artistas y otros intelectuales para la interpretación e ilustración de una variedad de aspectos da vida humana, de la sociedad y de fenómenos de la naturaleza, y su imagen continúa presente de una gran variedad de formas en nuestros días. Incluso su culto, después de un olvido de siglos, fue resucitado recientemente por corrientes del neopaganismo.
En la época helenística, especialmente durante el siglo III a.C., pasó como Apollo Helios a ser identificado por los griegos con Helios, dios del sol, y de forma parecida su hermana se equiparó con Selene, diosa de la luna.Sin embargo, en los textos latinos Joseph Fontenrose se declaró incapaz de hallar mezcla alguna de Apolo con Sol entre los poetas augustos del siglo I, ni siquiera en las conjuraciones de Eneas y Latino en la Eneida. Apolo y Helios/Sol permanecieron como seres separados en textos literarios y mitológicos hasta el siglo III.


DIOSA ARTEMISA


                                          ARTEMISA
En la mitología griega, Artemisa o Ártemis (en griego antiguo Ἄρτεμις —nominativo— o Ἀρτέμιδος —genitivo—) fue una de las deidades más ampliamente veneradas y una de las más antiguas. Algunos investigadores creen que su nombre, y de hecho la propia diosa, era originalmente pregriega. Homero alude a ella como Artemis Agrotera, Potnia Theron, ‘Artemisa del terreno virgen, Señora de los Animales’. En el periodo clásico de la mitología griega, Artemisa fue descrita a menudo como la hija de Zeus y Leto, y la hermana melliza de Apolo. Fue la diosa helena de la caza, los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la virginidad y las doncellas, que traía y aliviaba las enfermedades de las mujeres. A menudo se la representaba como una cazadora llevando un arco y flechas.El ciervo y el ciprés le estaban consagrados.
En época helenística posterior, asumió incluso el papel de Ilitía como ayudante de los partos y acabó siendo identificada con Selene, una titánide que era la diosa griega de la Luna (razón por la cual en ocasiones aparece representada con una luna creciente sobre la cabeza). También fue identificada con la diosa romana Diana, con la etrusca Artume y con la griega o caria Hécate.

DIOSA ATENEA

                                   ATENA
En la mitología griega, Atenea o Atena(del griego ático Ἀθήνη; transl., Athēnē o Ἀθηναίη, Athēnaiē), también conocida como Palas Atenea (Παλλὰς Ἀθήνη) es la diosa de la guerra, civilización, sabiduría, estrategia, de las artes, de la justicia y de la habilidad. Una de las principales divinidades del panteón griego y una de los doce dioses olímpicos, Atenea recibió culto en toda la Grecia Antigua y en toda su área de influencia, desde las colonias griegas de Asia Menor hasta las de la Península Ibérica y el norte de África. Su presencia es atestiguada hasta en las proximidades de la India. Por ello su culto tomó muchas formas e incluso tuvo una extensión considerable hasta el punto de que su figura fue sincretizada con otras divinidades en las regiones aledañas al Mediterráneo. En la mitología romana se la adoraba con el nombre de Minerva.
La versión más tradicional de su mito la representa como hija partenogenética de Zeus, nacida de su frente completamente armada después de que se tragase a su madre. Jamás se casó o tuvo amantes, manteniendo una virginidad perpetua. Era imbatible en la guerra, ni el mismo Ares pudo derrotarla. Fue patrona de varias ciudades pero se volvió más conocida como protectora de Atenas y de toda la región del Ática. También protegió a muchos héroes y otras figuras míticas, apareciendo en una gran cantidad de episodios de la mitología.

Fue una de las deidades más representadas en el arte griego y su simbología ejerció una profunda influencia sobre el propio pensamiento de aquella cultura, en especial en los conceptos relativos a la justicia, la sabiduría y la función social de la cultura y las artes, cuyos reflejos son perceptibles hasta nuestros días en todo el Occidente. Su imagen sufrió varias transformaciones a lo largo de los siglos, incorporando nuevos atributos, interactuando con nuevos conceptos e influenciando otras figuras simbólicas; fue usada por varios regímenes políticos para la legitimación de sus principios, penetró incluso en la cultura popular, su intrigante identidad ha sido de especial apoyo para los escritores ligados a los movimientos feministas, así como a movimientos anti-feministas, a la psicología e incluso algunas corrientes religiosas contemporáneas volvieron a darle la verdadera adoración.

DIOS HERMES

                            HERMES
En la mitología griega Hermes (en griego antiguo Έρμῆς) es el dios olímpico mensajero, de las fronteras y los viajeros que las cruzan, de los pastores, de los oradores, el ingenio y del comercio en general, de la astucia de los ladrones y los mentirosos.En la mitología romana era denominado como Mercurio. Hijo de Zeus y la pléyade Maya. El himno homérico a Hermes lo invoca como el «de multiforme ingenio (polytropos), de astutos pensamientos, ladrón, cuatrero de bueyes, jefe de los sueños, espía nocturno, guardián de las puertas, que muy pronto habría de hacer alarde de gloriosas hazañas ante los inmortales dioses».Hermes también es protagonista de muchos mitos, como, por ejemplo, el de Filemón y Baucis.
Su carácter original de divinidad de la naturaleza pelasga o arcadia desaparece gradualmente en las leyendas. Como heraldo de los dioses, preside sobre la habilidad en el uso de la palabra y la elocuencia en general, pues los heraldos son oradores públicos en las asambleas y otras ocasiones. Como diestro orador, era especialmente empleado como mensajero cuando se requería elocuencia para lograr el objetivo deseado.De ahí que las lenguas de los animales sacrificados le fueran ofrecidas. Como los heraldos y mensajeros solían ser hombres prudentes y circunspectos, Hermes era también el dios de la prudencia y la habilidad en todas las relaciones de intercambio social.Estas cualidades estaban combinadas con otras parecidas, tales como la astucia, tanto en las palabras como en las acciones, e incluso el fraude, el perjurio y la inclinación al robo. Los actos de este tipo eran cometidos por Hermes siempre con cierta habilidad, destreza e incluso elegancia. Según el prominente folclorista Meletinskii, Hermes es un tramposo deificado. Concedía los poderes que él mismo poseía a los mortales y héroes que gozaban de su favor, así como a todos los que tenía bajo su especial protección o eran llamados hijos suyos.Como inventor del fuego,Hermes es un paralelo con el titan Prometeo. Además de la siringa y la lira, Hermes inventó varios tipos de carreras y el deporte de la lucha, y por esto fue nombrado patrón de los atletas.
Hermes también actuaba como un psicopompo o guía de los difuntos, a quienes ayudaba a encontrar su camino hasta el Inframundo. En muchos mitos griegos, Hermes es representado como el único dios además de Hades y Perséfone que podía entrar y salir del Inframundo sin problemas. Además de escoltar a los muertos, Hermes solía ayudar a los viajeros a tener un viaje seguro y sin contratiempos. Muchos griegos le dedicaban sacrificios antes de viajar.
Sus símbolos eran el gallo y la tortuga, y puede ser reconocido por su monedero o bolsa, sus sandalias aladas, su pétaso (sombrero de ala ancha) y su caduceo o vara de heraldo. Hermes era el dios de los ladrones porque era muy astuto y perspicaz, y porque él mismo fue un ladrón desde la noche en que nació, cuando se escapó de maya y se fugó para robar el ganado de su hermano mayor Apolo.
En la adaptación romana de la religión griega (véase interpretatio romana), Hermes fue identificado con el dios romano Mercurio, quien, aunque heredado de los etruscos, desarrolló muchas características parecidas, como ser el patrón del comercio. En la interpretación griega de los dioses egipcios, se lo equipara a Tot.


DIOS DONISIO

                        DIONISO

En la mitología clásica, Dioniso (en griego antiguo Διώνυσος Diônysos o Διόνυσος ) es el dios de la vendimia y el vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis, y un personaje importante de la mitología griega. Aunque los orígenes geográficos de su culto son desconocidos, casi todas las tragedias lo presentan como «extranjero».1
Fue también conocido como Baco (en griego antiguo Βάκχος Bakkhos)2 y el frenesí que inducía, bakcheia. Es el dios patrón de la agricultura y el teatro. También es conocido como el ‘Libertador’ (Eleuterio), liberando a uno de su ser normal, mediante la locura, el éxtasis o el vino.3 La misión divina de Dioniso era mezclar la música del aulós y dar final al cuidado y la preocupación.4 Los investigadores han discutido la relación de Dioniso con el «culto de las almas» y su capacidad para presidir la comunicación entre los vivos y los muertos.5
En el panteón griego, Dioniso fue incorporado como hijo de Zeus y Sémele, nieto de Harmonía y bisnieto de Afrodita, si bien otras versiones afirmaban que era hijo de Zeus y Perséfone. Se describe a Dioniso como masculino femenino por la sensibilidad que tenìa para interactuar con las mujeres.6
El nombre Dionysos es de significado incierto. Su elemento -nysos bien puede ser de origen extraheleno, pero dio- ha sido relacionado desde antiguo con Zeus (genitivo Dios). Para los autores griegos, Nisa era una ninfa que lo crió, o la montaña donde era atendido por varias ninfas (las Nisíades), que lo alimentaron y lo hicieron inmortal por orden de Hermes.7


DIOS ARES



                               ARES

 Ares era el dios griego que personificaba a la guerra. El carácter guerrero de las tribus de Tracia llevó a la creencia de que el hogar de Ares estaba en esa comarca semisalvaje, que era junto con Escitia su principal centro de culto. Ares fue adorado en Escitia con la forma de una espada, a la que no sólo se sacrificaban caballos y otro ganado, sino también hombres.9 10
La adoración de Ares en los países al norte de Grecia parece indicar que su culto se introdujo en ellos desde Tracia, y el propio carácter del dios, como es descrito por la mayoría de los antiguos poetas griegos, parece haber sido ideado poco apropiadamente a su representación en obras de arte: en efecto, no se conocen representaciones artísticas de Ares anteriores a la época de Aclámenos, quien parece haber creado el ideal de Ares. Se conservan pocos monumentos griegos con representaciones del dios, apareciendo principalmente en monedas, relieves y joyas.
Aunque importante en la poesía, Ares fue raramente objeto de culto en la antigua Grecia, en comparación con otros dioses, salvo en Esparta, donde era apaciguado la víspera de la batalla, y en el mito fundacional de Tebas, apareciendo en pocos mitos más.8 En Esparta había una estatua del dios encadenado, para mostrar que el espíritu de la guerra y la victoria nunca abandonaría la ciudad.11 En esta ciudad se le sacrificaban cachorros de perros negros (en asimilación del sacrificio nocturno ctónico de Enialio) e incluso humanos.
En el mito de los Argonautas se creía que en la Cólquide, el vellocino de oro estaba colgado de un roble en una arboleda consagrada a Ares.12 Desde allí se creía que los Dioscuros trajeron a Laconia la antigua estatua de Ares que se conservaba en el templo de Ares Thareitas, en el camino de Esparta a Terapnas.13
La isla cercana a la costa de la Cólquide en la que se creía que moraban los pájaros del Estínfalo, y que se llamaba isla de Ares, Aretias, Aria o Chalceritis, estaba también a él consagrada.14 15
El templo de Ares que vio Pausanias en el siglo II en el Ágora de Atenas sólo había sido trasladado y rededicado allí durante la época de Augusto: en esencia era un templo romano de Marte. Sin embargo, Pausanias señala que allí había una estatua de Ares que era obra de Alcámenes.16 El Areópago, la ‘colina de Ares’ donde predicó Pablo, está situado a cierta distancia de la Acrópolis, y desde tiempos arcaicos se celebraban juicios allí. Esta relación con Ares, quizá basada en una falsa etimología, puede ser puramente etiológica.
En Olimpia existía un altar dedicado a este dios.17 También era adorado cerca de Tegea(llamado allí Ares Afneo), y en la misma ciudad de Tegea.18 Cerca de Tebas había una fuente consagrada a Ares.19 En Gerontras (Laconia), tenía un templo con una arboleda donde se celebraba un festival anual durante el que no se permitía que las mujeres se acercasen al templo.20
También se rendía culto a una divinidad egipcia llamada Ares.21

DIOS HEFESTO



                                 HEFESTO
En la mitología griega, Hefesto (en griego Ἥφαιστος Hêphaistos, quizá de φαίνω phainô, ‘brillar’) es el dios del fuego y la forja, así como de los herreros, los artesanos, los escultores, los metales y la metalurgia. Era adorado en todos los centros industriales y manufactureros de Grecia, especialmente en Atenas. Su equivalente aproximado en la mitología romana era Vulcano, en la japonesa Kagutsuchi y en la hindú Agni.
Hefesto era bastante feo, y estaba lisiado y cojo. Incluso el mito dice que, al nacer, Hera lo vio tan feo que lo tiró del Olimpo y le provocó una cojera. Tanto es así, que caminaba con la ayuda de un palo y, en algunas vasijas pintadas, sus pies aparecen a veces del revés. En el arte, se le representa cojo, sudoroso, con la barba desaliñada y el pecho descubierto, inclinado sobre su yunque, a menudo trabajando en su fragua. La apariencia física de Hefesto indica arsenicosis, es decir, envenenamiento crónico por arsénico que provoca cojera y cáncer de piel. El arsénico se añadía al bronce para endurecerlo y la mayoría de los herreros de la Edad de Bronce habrían padecido esta enfermedad.

DIOSA HESTIA


                     HESTIA










































En la mitología griega, Hestia (en griego antiguo Ἑστία Hestía) es la diosa de la cocina, la arquitectura, el hogar, o, más apropiadamente, del fuego que da calor y vida a los hogares. Es una diosa pacífica. Su culto se asemejaba a la escita Tabiti, y su equivalente romana sería la diosa Vesta, aunque el culto romano a ésta difería bastante del de los griegos.

Era la hija primogénita de los titanes Crono y Rea, y la primera en ser devorada por su padre al nacer; por lo que fue la última expulsada del cuerpo de su padre cuando Zeus le entregó el vomitivo. Tras la guerra contra los Titanes, Hestia fue cortejada por Poseidón y por Apolo, pero juró sobre la cabeza de Zeus que permanecería siempre virgen, evitando así la primera disputa entre dioses olímpicos. El rey de los dioses le correspondió cediéndole la primera víctima de todos los sacrificios públicos y los lugares preeminentes de todas las casas.
Hestia era la primera a quien se le hacían las ofrendas en los banquetes, incluso antes que a Zeus. Se le solían sacrificar terneras de menos de un año, aludiendo a su virginidad.
Como diosa del hogar y la familia, Hestia apenas salía del Olimpo, y nunca se inmiscuía en las disputas de los dioses y los hombres, por lo que paradójicamente pocas veces aparece en los relatos mitológicos a pesar de ser una de las principales diosas de la religión griega y, posteriormente, romana.
Cuando Dionisos es admitido en el Olimpo, Hestia cede su puesto en el consejo de los doce dioses, mostrando otra vez su carácter pacífico. Dionisos fortaleció su categoría de dios olímpico y ella se dedicó por completo al cuidado del fuego sagrado del Olimpo.